A balazo limpio: Camino Díaz se enfrenta a nuestro cuestionario.
- ¿Qué tiene la novela negra para haber llegado hasta el favoritismo de los lectores?
Para mí, posee varios ingredientes que la hacen adictiva, como el suspense y la incertidumbre; y si además la aderezas con elementos sociales, actuales, el lector se siente muy intrigado y cómodo en la lectura.
- ¿No correremos el riesgo de saturarnos todos y agotar el género?
Yo creo que no porque hay tanta novela negra como autores que escriben novela negra, cada uno aporta su voz, su estilo y eso la hace muy heterogénea.
- ¿Usted se sintió desde siempre atraída por este género?
Sí, desde pequeña. He leído a Agatha Christie con fervor desde que tenía 12 años, me he enganchado a series policíacas y de suspense… todo lo que fuera “negro” caía en mis manos.
- Ahora que han pasado algunas décadas de expansión, ¿se atrevería a valorar la evolución que ha tenido el género en España?
El género ha pasado por varias fases. En primer lugar fue un género popular, sin prestigio, se le trataba como a un género folletinesco. Después comenzaron a proliferar autores que escribían novelas negras con carácter, con calidad literaria. Luego empezó a ser un género muy requerido por los lectores de este país, y a cuyas novelas se les concedían premios. Ahora asistimos a una “feminización” del género, si puede decirse así. No solo hay autoras que escriben novela negra, sino que sus personajes son mujeres. Se trata también el tema del género en las novelas, hay una mirada nueva muy interesante.
- Elija a un personaje y a un autor del género a quienes les hubiese gustado conocer.
Me gustaría conocer a Alicia Giménez Bartlett y su Petra Delicado, creo que haríamos buenas migas.
- ¿Y qué le ha traído a participar en estas jornadas, qué espera de Cartagena Negra?
Estoy agradecida a Antonio Parra y al festival, es mi “bautismo” como escritora de novela negra. Espero disfrutar y aprender mucho, todavía “estoy en pañales”.
- ¿Cuáles son sus armas y métodos preferidos a la hora de matar?
Bueno, hay de todo, pero lo que más me gusta es ofrecer al lector un panorama un tanto imprevisible para que no pierda la motivación de seguir con el libro hasta el final.
- Ahora una complicada: elija algún personaje real para quitar de en medio y justifique el crimen, claro.
Nunca mataría a nadie para quitarlo de en medio, prefiero luchar por aquello que me parece injusto con otras armas… por ejemplo la escritura, me parece un arma muy poderosa.
- ¿Cómo podemos valorar el papel de la mujer en la novela negra actual?
Pues creo que muy positivamente y que a través de ello podemos ver la evolución de nuestro pensamiento y nuestra sociedad. Creo que la mujer va tomando por fin posiciones en la literatura y en la vida. Ha pasado, por decirlo así, de ser un personaje secundario a ser la protagonista.
- Una mujer expulsada del cuerpo y arrojada al lado oscuro, pone usted a Amanda Giménez en pleno ojo del huracán.
Claro, hay que poner a los personajes en situaciones complicadas para darles la posibilidad de salir adelante o de sucumbir. Me bailaba la idea en la cabeza de crear un personaje al que no le fuera del todo bien en la vida… cuando eso sucede, somos vulnerables, y nos pueden pasar muchas cosas…
- ¿Es la Iglesia, o la religión, una buena fuente para una trama negra?
Sí, creo que como todas las instituciones, tiene su base y su gente de trinchera y luego tiene sus altas esferas donde todo es posible, donde suceden cosas que nunca sabremos. Hay algo de política en ello y por lo tanto de trama negra.
- ¿Con qué nos va a deleitar próximamente, qué planes andan en su mochila literaria?
Tengo varios, sí, pero ahora estoy con una saga… a ver si llega a ver la luz.
- Ofrézcale algún consejo al lector de novela negra.
El mismo que me doy a mí misma como lectora: abre tus ojos y prepárate para que suceda cualquier cosa, el cerebro siempre bien abierto.